sábado, 16 de octubre de 2010

Se da inicio al Festival Latinoamericano de Poesía en Lima



Desde el día de hoy, Lima será el centro poético del continente con el Festival Latinoamericano de Poesía “Un par de vueltas por la realidad”, a realizarse en la Casa de la Literatura Peruana.

Dentro del evento se realizarán una serie de recitales, mesas de discusión y exposiciones de poesía visual y perfopoesía. Dicho festival es programado para las 17:30 horas, el cual será inaugurado con la participación de los vates peruanos Miguel Ildefonso y Rafael Espinosa, la brasileña Diana de Holanda, la mexicana Marina Ruiz y la chilena Gladys Gonzáles.
Además de las mencionadas, nos visitarán los escritores extranjeros Virna Texeira y Marina Hodecker de Brasil; Diego Ramírez, Pablo Maire y Danitza Fuentelzar de Chile; Feli Dávalos de México; Luis Alberto Bravo de Ecuador; y Dira Martínez de Venezuela y Julios Mirlo de España.

Entre los poetas invitados del Perú figuran creadores como Rodolfo Hinostroza, Jorge Pimentel, Raquel Jodorowsky, Enrique Verástegui, Carlos López Degregori, Carmen Ollé, Tulio Mora, Arturo Corcuera, Vladimir Herrera, José Pancorbo.

Además de Armando Arteaga, Domingo de Ramos, Rosina Valcárcel, Rocío Silva Santisteban, Miguel Ildefonso, Victoria Guerrero, Rafael Espinoza, Rodrigo Quijano, Willy Gómez, Víctor Coral, Frido Martín, Fernando Obregón y Rodolfo Ybarra.

Además participarán autores más jóvenes como Paúl Guillén, Alexandra Tenorio, Cecilia Podestá, Bruno Pólack, Rafael García-Godos, Tilsa Otta, Augusto Rubio, entre otros.

Las actividades se llevarán a cabo hasta el sábado 16 del presente mes en la sede de la Casa de la Literatura Peruana, ubicada en la cuadra 2 del jirón Ancash, en el cetro histórico de Lima.

Un Premio Nobel en la familia Llosa

Hace unos días, recibí una llamada telefónica madrugadora de mi padre, Mario Vargas Llosa: “El Secretario de la Academia Sueca acaba de decirme que me han otorgado el Premio Nobel de Literatura 2010. Lo anunciarán en nueve minutos”.
Compartí mi alegría con él y le agradecí por haberme liberado de una pregunta con la que me han molestado durante un par de décadas: “¿Por qué no le dieron a tu padre el Premio Nobel este año?” Entonces pensé en lo diferente que sería América Latina si su economía política se hubiese parecido a su forma de ejercer la literatura.
El principio rector de su vida ha sido el de que no existen atajos para alcanzar logros. Ninguna musa literaria guió jamás su pluma; cada palabra fue el resultado de una disciplina rigurosa. Aunque las cosas están cambiando en América Latina, para mi generación el desarrollo y la prosperidad no eran hijos del esfuerzo, sino de la justicia poética. Como el continente había sido maltratado injustamente durante su pasado colonial, fuerzas metafísicas corregirían la injusticia de su atraso. Esas fuerzas podrían adoptar la forma de una revolución en los países pobres o de la auto-destrucción en los países ricos, nunca la del esmero y el esfuerzo personal acumulativo de los latinoamericanos. Mi padre siguió bregando, persuadido de que la redención —en su caso de la condición de hombre de letras nacido en una nación sufrida, educado en escuelas públicas y obligado en un momento a tener siete empleos para pagar sus cuentas— no se origina en fuerzas impersonales.
Se globalizó antes que la economía política de América Latina lo hiciera. Al igual que algunos de sus mayores —en particular el gigante literario argentino Jorge Luis Borges— y contemporáneos suyos como el Premio Nobel Gabriel García Márquez, abolió todas las fronteras desde el inicio de su carrera. Absorbió todo lo que el mundo literario exterior tenía para ofrecer: lenguaje, imágenes, ideas, técnicas. Su imaginación combinó aquellas influencias con sus propias experiencias e intuición; el resultado fue una forma singular de expresar sus propias raíces. Con muchas excepciones, en gran parte de América Latina la dicotomía entre literatura indigenista y literatura “europea” —es decir una beata absorción de todo lo español o francés— había dominado las artes. Una nueva generación de escritores a la cual pertenecía mi padre sustituyó esa falsa dicotomía por algo original.
En ese entonces, casi todo lo demás en América Latina apuntaba en la dirección opuesta. El continente era una gran barrera mental contra el mundo exterior. Mientras que buena parte de la economía política de la región se miraba el ombligo en las décadas de 1960 y 1970, la generación del denominado “boom latinoamericano” derribaba en su propio oficio los muros del proteccionismo, el prejuicio, la falta de confianza en uno mismo y la envidia. Esto no hizo que la literatura latinoamericana fuese menos autóctona. El resto del mundo la reconoció como excepcionalmente arraigada. Lo más universal casi siempre está profundamente arraigado en un solo lugar.
Otra enseñanza que ojalá los jóvenes lectores del Premio Nobel de Literatura 2010 tomen del ejemplo de mi padre es que ser un “intelectual público” conlleva gran responsabilidad.
Desde las naciones desarrolladas hay dificultad para entender la influencia que los intelectuales públicos tienen en las más pobres: algo parecido a los poderes mágicos atribuidos a los narradores que preservan la memoria de la tribu. Pero pocos actores en la escena latinoamericana han contribuido más al subdesarrollo de la región que sus intelectuales públicos, con la ayuda inconmensurable de colegas estadounidenses y europeos, que saciaron su sed de utopía defendiendo en tierras exóticas horrores de los que ellos mismos hubiesen sido víctimas si hubieran tenido lugar en su país.
Mi padre rompió con todo eso hace décadas, optando por una muy solitaria, y a menudo mal entendida, defensa de la libertad individual. Esta causa tiene más adherentes hoy en América Latina, una región donde la noción del esfuerzo propio crecen rápidamente, de lo que dan fe los millones que han salido de la pobreza a través de la iniciativa empresarial, y donde el polvo del proteccionismo anti-occidental va siendo dispersado por los vientos de la globalización. Pero tomó mucho tiempo; y en algunas partes el autoritarismo todavía pesa aún como lápida sobre los ciudadanos.
Es por eso que, en respuesta a los amables correos electrónicos, cartas y llamadas que mi familia ha recibido de cubanos, venezolanos y ciudadanos de otros pueblos oprimidos en los últimos días, digo a modo de consuelo: ojalá que el Premio Nobel de Literatura 2010 vuelva sus circunstancias un poquitín menos oscuras.

Jean Franco desentraña a Agustín Yáñez



Jean Franco, investigador y crítico literario se encuentra en Guadalajara para dictar hoy la conferencia ''Agustín Yáñez: perseverancia final''
GUADALAJARA, JALISCO (22/SEP/2010).- Si hubiera que realizar un top tres de la literatura latinoamericana, Jean Franco pondría en su lista a Juan Rulfo, Jorge Luis Borges y  Agustín Yáñez, “porque son los escritores que en el siglo XX desplegaron un esplendor que volvió a la literatura universalmente reconocible y permitió que millones de lectores de cualquier parte del mundo se acercaran a ella”.

Jean Franco, investigador y crítico literario se encuentra en Guadalajara para dictar hoy la conferencia Agustín Yáñez: perseverancia final,  en el auditorio de El Colegio de Jalisco, donde analizará la obra del novelista, ensayista y político jalisciense, en el marco de su trigésimo aniversario de su fallecimiento.

“Es una oportunidad para echar la mirada hacia un gran escritor, no de Jalisco, sino de México. Es la ocasión de revalorarlo ahora que se apagaron un poco las pasiones y las emociones. Mi objetivo no será dar la última palabra, porque se trata de un escritor muy complejo, ambiguo, contradictorio, y es lo que a mí me interesa”, explica el catedrático de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Montpellier.

Agrega que durante la conferencia tratará de exponer qué puede significar hoy para los lectores Agustín Yáñez, “porque en el mundo de la rapidez , su obra se puede considerar anticuadísima. Y la verdad es un escritor que vale la pena leer, porque  vincula perfectamente una parte del siglo XX y la entronca con el XIX: es anticuado y modernísimo; es una paradoja viva”.

El autor de Al filo del agua fue calificado en su momento como vanguardista de su generación, ya que en 1947 fue considerado como introductor de la novela moderna en México. “De ahí esta paradoja, es decir, un estilo a veces rebuscado, un poco amanerado y por otra parte, la llegada gracias a él de los grandes avances y de la técnica novelística del siglo XX”.

Franco recuerda que conoció a Yáñez a mediados de la década de los setenta y la experiencia fue muy grata.

¿Por qué un francés centra una conferencia en un jalisciense, cuya obra está muy arraigada a su terruño? La respuesta es muy significativa, señala el autor de Escritura, laberintos y milenarismo. Literatura y sociedad en América Latina. “Lo hago porque conocí de cerca Los Altos de Jalisco y esa región me fascinó, porque es un sitio muy particular, con rasgos muy contradictorios. Entonces pensé que un escritor que estaba tan entrañablemente unido a este mundo alteño se encontraba vinculado también a otras esferas, la de Jalisco y su intelectualidad, así como a la de México y a su mundo político, lo que me da como resultado una serie de contradicciones, dificultades, confusiones, ambigüedades. La idea es que una gran novela siempre se caracteriza por su ambigüedad, no se deja reducida a una sola línea interpretativa, y Yáñez terminó representando su propio entorno”.

Palabras para hermanar





Consciente de que en la diversidad de la lengua española está buena parte de su riqueza, la Asociación de Academias de la Lengua -bajo la dirección de su secretario general el académico Dr. Humberto López Morales, académico, a su vez, de la Academia Puertorriqueña de la Lengua- se dio a la tarea de trabajar durante diez años una obra que sirviese de puente entre todos los países hermanados por el español como lengua común.
En febrero de este año apareció publicado el primer gran Diccionario de Americanismos (DA) y tras una reciente presentación en Nueva York, esta noche a las 7:30 p.m., se presentará la obra en la Sede de la Academia Puertorriqueña en el Cuartel de Ballajá. López Morales presentará la obra junto al director general de Santillana USA, Miguel Tapia, y a José Luis Vega, director de la Academia Puertorriqueña.
Se espera que el Diccionario de Americanismos, que incluye palabras de uso común en diversos países de América Latina y el Caribe, sirva para el mejor entendimiento de los textos latinoamericanos, que tienen gran acogida en Europa y Asia.
La obra, elaborada por las 22 academias de la lengua española, consta de 2,220 páginas, más de 60,000 entradas, un índice sinonímico, así como un Apéndice con las etnias indígenas vivas de Hispanoamérica, gentilicios americanos, así como los diminutivos para diversos nombres.
Durante la presentación en NY, López Morales comentó a EFE que no se trata de un diccionario normativo de la Real Academia de la Lengua, donde el público recurre para encontrar el uso correcto las palabras y su significativo. Se trata más bien de un diccionario de uso y el criterio para incluir las palabras fue el que estuvieran vigentes y estuviesen respaldadas por documentación escrita, “no importa que sean las más soeces porque no es un diccionario moral”.
Estar “quitao”, la “burundanga”, “quedar feo” o simplemente “pararse” son expresiones bienvenidas.

Fuente : http://www.elnuevodia.com/palabrasparahermanar-797854.html

"Hace justicia a la literatura latinoamericana", consideran los lectores

Poco después que se diera a conocer la concesión a Mario Vargas Llosa del Premio Nobel de Literatura 2010, la noticia recalaba en distintos puntos de venta de libros de Madrid, donde lectores y vendedores han considerado que el triunfo del escritor peruano "hace justicia a la literatura latina".
En lugares como el mercado de libros de la madrileña Cuesta de Moyano, los lectores no han dejado pasar la oportunidad de celebrar la distinción del autor de libros como "La casa verde", "La ciudad y los perros", "El hablador" o "La fiesta del chivo".
"Se ha hecho justicia a la literatura latinoamericana. Vargas Llosa se lo merecía (...) Hay que recordar que en el pasado hubo algunas injusticias con otros escritores latinos como Borges", ha señalado Carlos Suárez, un médico cuyo libro favorito del autor peruano es "Pantaleón y las visitadoras".
En tanto, en la Casa del Libro de la calle Orense, en el norte de la ciudad, han destacado el triunfo de Vargas Llosa y han comenzado a ofertar de forma destacada sus títulos con el letrero: "Recomendado: Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010".
Según Alfonso Santos, director de este lugar, los libros que más demanda tienen entre los lectores son "Los jefes", "Los cachorros", "La ciudad y los perros" y "La fiesta del chivo".
"El Nobel es algo que él tenía muy merecido; ya desde hace tiempo estaba en las quinielas, y personalmente creo que ya le tocaba ganar una distinción así", ha dicho en declaraciones a Efe Santos, quien además ha asegurado que, con el reconocimiento a Vargas Llosa, las ventas de sus libros aumentarán de forma considerable.
"Siempre sucede cuando se anuncia el Nobel de Literatura, aunque además hay que tener en cuenta si va para un autor en castellano. Por lo general las ventas se triplican o cuadruplican", ha agregado.
El director de la Casa del libro ha asegurado que cada mes venden alrededor de 40 o 50 libros de Vargas Llosa y ha explicado que, a pesar de que el autor cuenta con un público mayormente "de habla hispana", también se venden libros de él traducidos a otros idiomas.
"Quisiera darle la enhorabuena (...) Es un escritor que casi consideramos español", ha agregado, tal vez desconociendo que Vargas Llosa tiene de hecho nacionalidad española.
Otros lectores como la venezolana Nuria de Suárez han señalado que el triunfo, además de "ser justo", es un reconocimiento que se le hace al autor "a tiempo".
"Qué bueno que llegue en este momento y en vida, que no pase como otros que han llegado cuando las personas ya no están; a mí, como venezolana, me llega de orgullo, sobre todo porque él ha estado con nosotros en todos los avatares que hemos pasado en los últimos años", ha finalizado.

Fuente : http://www.adn.es/cultura/20101007/NWS-1086-Hace-latinoamericana-consideran-literatura-lectores.html